Características del oxígeno

El oxígeno es descrito como un elemento químico con un número atómico que equivale a 8. Con temperatura ambiente y en su aspecto molecular más habitual, que es la combinación de dos átomos, forma un gas. En ese último caso, simboliza un esencial porcentaje de la composición de la atmósfera terrestre y es importante para la respiración y la combustión. Este componente es incoloro, insípido e inodoro.

Asimismo, el oxígeno puede hallarse en una composición de tres átomos conocida como ozono. Dicho gas, que es parte de la atmósfera la llamada capa de ozono, que es la responsable de impedir el pasaje de las radiaciones nocivas del sol a la vez que facilita el pasaje de la luz ultravioleta, importante para que los vegetales generen su alimento.

Es importante sostener que cuando esto pasa, los vegetales expulsan el oxígeno en estado gaseoso hacia el ambiente, que será provechoso para los demás seres vivos para que los nutrientes que lleven a su organismo generen energía.

La aparición de la configuración electrónica del oxígeno en la atmósfera de la Tierra se produjo hace unos dos mil millones de años, acumulándose mediante la fotosíntesis de algas azules y verdes. La fotosíntesis usa energía solar para separar el agua en hidrógeno y oxígeno. El oxígeno pasa a la atmósfera y el hidrógeno se enlaza con el dióxido de carbono para generar biomasa.

Características del oxígeno


Características físicas

Características del oxígeno

Este elemento, en una condición habitual, se manifiesta como un gas inodoro, insípido e incoloro.

Es muy combustible y más soluble que el nitrógeno: el agua dulce tiene unos 6,04 milímetros de oxígeno por litro, en tanto que el agua marina posee 4,95 milímetros por litro.

Asimismo, el oxígeno puede ser condensado a -182,95 grados Celsius y congelarse a -218,79 grados Celsius, pasando a ser sólido y líquido, respectivamente, con un tono azul tenue.

Descubrimiento

El oxígeno no fue reconocido hasta el siglo XVIII. Se atribuye a Carl Wilhelm Scheele su preparación en a finales del 1772. Este lo identificó como uno de los primeros constituyentes del aire y lo conoció como aire de fuego.

Sin embargo, a quien, generalmente, se le considera como descubridor es Joseph Priestley, porque publicó sus resultados en 1774, en tanto que Scheele no hizo pública la publicación hasta 1777.

Características químicas

Se considera una sustancia muy reactiva, con la capacidad de conformar compuestos con casi todos los elementos que se conocen, a excepción de los gases nobles.

El oxígeno es un elemento no metálico y bastante electronegativo. Se considera el más importante de los anfígenos, que forman ácidos y bases, y los estados de oxidación son de -2 y -1, lo que significa que recibe electrones.

Usos

La aplicación del oxígeno es variada, pero es requerido para facilitar el proceso de respiración de los seres humanos, un ejemplo de esto es la terapia de oxígeno que se usa, cuando cualquier persona posee dificultad para la respiración por cualquier condición de tipo médica.

En su estado gaseoso, funciona como un veneno para las bacterias que causan la gangrena. Es empleado en los trajes de los astronautas, para que puedan respirar correctamente, en tanques de buceo, en la generación de los polímeros, anticongelantes, para la creación de cohetes, tratamiento de agua, cortar los metales y soldarlos.

También para la combustión general de químicos y para transformar el hierro en acero.

Toxicidad

Se ha determinado que el oxígeno gaseoso puede ser un agente tóxico en el ser humano cuando éste se encuentra a una presión de más de 50 kPa. Es la clase de presión a la que se someten los buzos y submarinistas de profundidad. Entre los síntomas de la intoxicación con oxígeno están los daños en los ojos y neurológicos, espasmos y convulsiones.

Por otra parte, por ser muy combustible, el uso de oxígeno en concentraciones elevadas conlleva problemas de incendio o explosiones, puesto que la molécula tiende a ser rápida en la combustión.

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