Características de la oratoria

La oratoria es descrita como el arte de hablar en pública de manera precisa, clara y con elocuencia. Tiene como fin persuadir a un auditorio sobre algún aspecto determinado. Como discurso oral, la oratoria se distingue por ser un proceso retórico centrado a mover los ánimos de un auditorio en favor de un argumento o idea que es presentada, meditada y defendida por la persona conocida como orador.

Algunos aspectos de tipo formal que caracterizan a la oratoria es el uso habitual de vocativo, de preguntas retóricas y de la segunda persona del singular para conservar y conducir la atención del público, así como una gama de inflexiones de voz para imprimir más impacto a cada palabra.

Como muchas de las ciencias humanas, la oratoria se originó en Grecia, gracias a los sicilianos. En Grecia la oratoria era empleada con objetivos políticos y para lograr prestigio. Sócrates creó una escuela de oratoria, localizada en Atenas y describió al orador como un hombre instruido y con altos ideales que aseguraría el progreso del Estado.

Características de la oratoria


Uso de preguntas retóricas

  • Consiste en uno de los elementos más habituales de la oratoria en la que se realizan preguntas sin que obligatoriamente se consiga respuesta.
  • De igual forma, se conocen como interrogaciones retóricas, las cuales tratan de reforzar la perspectiva que se está exponiendo ante el público para orientarlo al argumento y su reafirmación.

Gestualidad

Características de la oratoria

La gestualidad tanto en la cara como el cuerpo tiene que ser empleada para resaltar los mensajes verbales, para favorecer la empatía del público o para conservar el dinamismo de la exposición.

Pero, tiene que emplearse de forma consciente como un medio de comunicación no verbal, y nunca dejarlo al azar, puesto que si no es empleado de manera ideal puede transformarse en un distractor o inclusive contradecir el mensaje que se desea enviar.

Categoría de disciplina

A pesar de que la oratoria consiste en una actividad o modo de comunicación que se halla dentro del ser humano y que quiere alcanzar la persuasión o el convencimiento de las ideas de los demás, realmente toma fuerza porque se consolida como una determinada disciplina, dado que tiene normas y principios que atienden a su función.

Presencia

En el caso del orador, tiene que vestirse de manera adecuada, pero siempre teniendo presente el público ante el que está. La postura tiene que ser erguida, hombros ligeramente hacia atrás, mostrando seguridad y decisión.

La presencia no puede ser estática, sino que tiene que moverse para dirigirse a diversos sectores del público y para expresar su entusiasmo y transmitirlo.

Cambios en la voz

Otro elemento esencial de la oratoria está vinculado con los cambios que se ejercen en la voz.

Teniendo presente que se trata de un procedimiento comunicativo verbal, el orador hace inflexiones y cambios de tono en la voz mediante el tema que está desarrollando, la intención y creación del texto que emplea, haciendo énfasis en conceptos de manera pausada, por ejemplo, a fin de asegurar la claridad de la idea en la memoria del público.

Preparación

Otra característica es la preparación del orador, tiene que dominar el tema, los argumentos que tocará, pero también anticipar preguntas que puedan hacerle. Su conocimiento del tema a hablar le facilita conservar un discurso fluidos, sin dudas que puedan generar desconfianza o bajar el interés.

Por otra parte, la preparación también abarca la puntualidad, conocimiento del recinto donde se hará la presentación y saber con qué aparatos tecnológicos contará.

Ritmo

La exposición de un orador tiene que ser dinámica, empleando diferentes técnicas visuales o digitales que permita conservar la atención del público. Parte de ese dinamismo conlleva también hacer las pausas requeridas al hablar, para resaltar fases del discurso, generar expectativa o facilitar la comprensión de lo que se dice.

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