Características de los árboles

Un árbol se define como una planta cuyo tallo es leñoso, tiene ramificaciones a una altura alejada del suelo. Este concepto se refiere normalmente a las plantas que tienen una altura por encima de un límite determinado en la madurez. Se distingue por las fuentes de dos, tres, cinco y seis metros.

También los árboles producen nuevas ramas secundarias todos los años las cuales se originan de un único tronco o fuste con una marcada dominancia apical, creando una capa nueva que se separa del suelo.

Los árboles tienen una gran importancia como elemento del paisaje de la naturaleza porque impiden la erosión, proveen de un ecosistema protegido ante las inclemencias temporales en su follaje y por debajo del mismo. De igual forma, tienen un papel de importancia al momento de crear oxígeno y minimizar dióxido de carbono atmosférico. También controla y modera las temperaturas en la tierra.

Los árboles son componentes en la agricultura y el paisajismo por su producción frutal en huertos y por su aspecto atractivo. La madera de los árboles se usa como material de construcción y como una fuente primaria de energía en muchas naciones que se encuentran en vías de desarrollo. Los árboles tienen un papel trascendental en las mitologías alrededor del mundo.

Características de los Árboles


Diversidad

Existen distintos tipos de clasificaciones en las especies de árboles las cuales pueden ser por su tipo de hoja, diferenciándose entre árboles planifolios o caducifolios.

Estos pierden el follaje en un momento del año, especialmente en los climas templados de la estación fría y en los climas áridos y cálidos de la estación árida. Los árboles perennifolios pierden sus hojas pero en distintos momentos de su existencia con un ritmo de mayor longitud al anual.

La distinción principal de los árboles se da en su crecimiento simpódico y en su crecimiento monopódico. En el caso de los monopódicos, su crecimiento en longitud está basado en el principal tallo vertical del cual emergen ramas subordinadas laterales que tienen ángulos marcados en un grosor menor.

El crecimiento monopódico permite la presencia de un porte piramidal que caracteriza a las coníferas. Por otro lado, en el crecimiento simpódico las ramas derivadas crecen alrededor del ápice de las que están asentadas, siendo sustitutas en el crecimiento. Las copas de esta clase de árboles normalmente son más cilíndricas o esféricas y no tan piramidales.

Hábitat y Distribución

Existen árboles alrededor del mundo, básicamente poblando diversas especies arbóreas de las franjas del Trópico. Los árboles tropicales se encuentran en las selvas ecuatoriales y tropicales de América del Sur, América Central, Asia y África. También existen árboles en los lugares templados y latitudes bastante altas. En este caso los árboles presentan menor diversidad de especies y están compuestos por una o pocas de estas.

Los árboles son una parte muy abundante del ecosistema continental porque evitan la erosión. Son uno de los componentes principales de la agricultura, el paisaje, las selvas, los bosques y los ecosistemas forestales. También están dispersos en lugares como las orillas fluviales y las sábanas. Los árboles son muy importantes en el ámbito ecológico porque sirven para fijar el suelo, impiden que la capa delgada fértil se barra por los vientos y las lluvias. Otorga alimento y refugio a muchas especies de animales.

Estado de Conservación

Los árboles se están extinguiendo de manera masiva a lo largo del planeta por un proceso de deforestación nunca antes visto. Según los cálculos, alrededor de un tercio de los bosques en todo el mundo ya no existen, esto a causa de la sobreexplotación a la cual se ven sometidos en las selvas tropicales y a través de los incendios forestales. Estos últimos en su gran mayoría son creados por el hombre por negligencia o de manera intencionada. El ser humano ejecuta talas intensivas para hacer cultivos o sitios con la finalidad de obtener rendimiento económico a corto o a largo plazo.

Las consecuencias negativas de estas acciones son la pérdida de hábitat para distintas especies vegetales y animales, también está la erosión que permite una acción desencante por parte del viento y en la circulación libre de las aguas, provocando la pérdida de la capa fértil terrestre y produciendo una desertificación del terreno.

La solución para erradicar esta problemática es abandonar estas prácticas tales como quemar de forma intencionada el bosque para conseguir pastos y realizar una explotación racional en la cual se incluya la tala y la reforestación de los bosques. También se puede ejecutar la protección de extensiones en las que existan áreas de rica biodiversidad y de las especies endémicas que se encuentran en peligro de extinción.

Existen otros riesgos naturales que amenazan a las zonas boscosas como las enfermedades, las plagas de insectos y el fuego.

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