Características de un Gerente

Un gerente suele ser alguien que tiene la responsabilidad o dirección de un grupo de personas, recursos, proyectos, mercados o productos. Los gerentes no siempre tienen un papel de liderazgo. En muchas empresas, el término gerente también se les da a las personas que tienen la responsabilidad de mercados, industrias, riesgos, tareas o clientes específicos.

Aunque en ese caso el nombre (gerente de ventas, cuenta, oficina o riesgo) sí indica de qué es responsable, no se puede deducir de esto si se trata de un rol gerencial y qué tan grande es la responsabilidad real. Además, hay personas que sí cumplen un rol de liderazgo, sin que en su cargo aparezca el término ‘gerente’. Ejemplos de ello son los jefes de equipo, capataces o jefes de departamento.

Características de un gerente


Estimular el talento y el crecimiento

Características de un gerente¿Qué es un buen gerente? Una de las características de un buen supervisor o gerente es la capacidad de reconocer el talento dentro del equipo y asegurarse de que ese talento emerja.

Un buen líder se asegura de que los miembros del equipo continúen creciendo, sean desafiados continuamente y, por lo tanto, se desempeñen mejor.

Él o ella hace esto dando el ejemplo correcto y confiando en su equipo, en lugar de la microgestión. Además, dándoles el espacio para generar ideas innovadoras y cometer errores.

Buen entrenador

¿Se están cometiendo errores o el equipo se está metiendo en un problema? 

  • Un buen gerente usa momentos como estos como oportunidades de crecimiento tanto para los individuos como para todo el equipo.
  • Un buen gerente no resuelve todo por sí mismo, sino que guía al equipo en la búsqueda de una solución al problema.
  • Esto con el objetivo de brindarles nuevas experiencias y conocimientos, para que el equipo en su conjunto crezca.
  • Un buen liderazgo también significa que, al igual que un buen entrenador, garantiza confianza y seguridad.
  • Ser capaz de crear un entorno seguro para cometer errores, hacer preguntas o aportar ideas es una señal de buen liderazgo.

Entender los procesos y la experiencia

Una de las buenas cualidades de un alto directivo es que ve y reconoce los procesos. No solo para ellos mismos, sino también para los empleados y el equipo en su conjunto. Un buen gerente analiza cómo funcionan estos procesos para sí mismo y para los demás y qué se puede mejorar.

Para poder hacer esto, es necesario que un buen líder sepa qué tipo de personas trabajan en el equipo. Él o ella conoce su mundo de experiencia y puede empatizar bien con la otra persona para que los procesos puedan cambiarse si es necesario.

Buena y exitosa comunicación

No se puede ser un buen líder sin una buena comunicación. Una de las características de los gerentes es que son muy buenos para escuchar a los demás. Además, motivan y activan tanto a individuos como a grupos a través de la comunicación verbal y no verbal en la dirección deseada.

Un buen líder sabe que informar es esencial para esto. Pero también que escuchando y observando atentamente puede observar qué está pasando con la otra persona, y qué estrategias de motivación le convienen a la persona que tiene delante.

El mayor propósito por encima de él mismo

Un buen líder tiene un propósito mayor y una visión clara de hacia dónde se dirige con su equipo. Él o ella se asegura de que todos los miembros del equipo asuman su papel individual y dejen de lado su ego para la realización de un objetivo mayor.

Eso significa que está 100 % comprometido con su causa, con la empresa y con su equipo. Y sí, a veces también hay que hacer cosas que no son divertidas ni fáciles.

Conocimiento y experiencia adecuados

El conocimiento y la experiencia adecuados son características importantes de un buen gerente. Sabe lo que está pasando en el mercado, cuál es el método de trabajo y conoce los detalles de su campo. Solo cuando tiene una base sólida en su campo puede transferir conocimientos y ser un líder superior.

Un buen líder también sabe que nunca puede saberlo todo y permanece abierto a aprender y crecer. No solo asistiendo a cursos y cursos de formación, sino también apoyándose en el conocimiento del equipo y recurriendo a ayuda externa experta en caso de ser necesario.

Estratégico, analítico e innovador

Un buen líder sabe cómo establecer una buena estrategia y ajustarla si es necesario. Él o ella tiene una mente analítica, por lo que la información se puede utilizar para acercarse a la meta. Puede pensar en causa y efecto.

Se da cuenta de que cada paso o acción tiene una consecuencia. ¿Tiene un resultado diferente al deseado o estimado? Un buen líder acepta eso y continúa con buen ánimo en lugar de arrepentirse. Ve el fracaso, los errores o los resultados no deseados como información valiosa y la utiliza para ajustar el plan estratégico.

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